sábado, 1 de enero de 2011

RESOLUCIONES DEL 2010


-¡Que basura, todo es basura¡- pensaba mientras veía la pantalla del computador leyendo los comentarios de sus contactos en facebook. Había comentaríos alentadores, canciones de antaño conjurando un año lleno de resoluciones donde fijo si se pagan todas las culebras, se hace el curso de inglés que no se pudo durante este, donde fijo se deja de fumar o beber, donde fijo si se le cuenta a la esposa que hay otra fulana y hay divorcio o donde por el contrario se deja a la moza o a la amante, depende el caso. Todos deseandose lo mejor, amándose, enviándose buenos deseos cuando durante el año se echaban madrazos o se deseaban lo peor, donde se sentía envidia al ver fotos de gente que viajó hasta la conchinchina, y donde a duras penas uno viajó a Sopó.


Bueno, pero ese había sido el año, el año del caballo, el 2010. Un año lleno de desatinos para Rodolfo. Tenía 44 años y seguía viviendo con su mamá, no había podido dejarla por pura y física lástima; lástima que poco a poco se convertia en fastidio, incluso en odio. Odio porque tenía que cuidarla ya que sus demás hermanos se le adelantaron, ellos sí tuvieron los cojones necesarios para irse de la casa y a él le quedó el chicharrón de cuidar a la viejita. Una viejita que por otro lado había nacido así: viejita, chocha, amargada, una madre controladora, egoísta y además celosa. Ninguna de las novias de Rodolfo le parecían a la señora, cpara ella todas tenían apariencia de mujeres de dominio público y una madre no desea eso, es más ¿qué madre quiere que sus hijos se le vayan? Menos una madre que ahuyento al marido de la misma manera que a los demás hijos, una mujer frígidia, lánguida y puritana, ¿Cómo es que una mujer con esas características se casa? ¿Para qué? ¿Por qué no se recluyó en un convento? O mejor, ¿Por que no se volvió Kamikaze? Bueno, eso pensaba Rodolfo. Si su madre hubiera elegido una de las anteriores él no habría nacído, y por tanto no la cuidaría y no tendría una existencia de mierda frente a la pantalla del computador siguiendo las vidas de otros.


Al final del año, todos tenían cosas que celebrar, amantes con quienes reunirse y pasarla bien, pero a este personaje ni se le antojaba tomarse un trago. Esta, la última noche del año se le antojaba la más fastidiosa del mismo, si pudiera echarse a dormir, a puerta cerrada en su habitación, quizá pegarse un tiro, o pegarselo a su mamá, pero además de sádico era cobarde. Sin embargo, lo confortaba que al día siguiente, todo volvería a la normalidad, todo el mundo volvería a su estado anterior, todo sería como siempre y las resoluciones de fin de año estarían descansando en el retrete junto al vómito y la mierda. Habria gente quebrada, osea sin un puto peso, con guayabo, sin trabajo, cascada, en la inmunda, con adicciones, con egoísmo, envidia, odios, contiendas, deseos reprimidos... El fin del año es tan sólo una noche donde se pretende que todo va a estar bien, una excusa para pensar que todo lo que está mal se puede reparar, cuando ya para el ser humano no existe evolución, no existe capacidad de enmendar los errores del pasado, no hay futuro, sólo hay destrucción asi como para la mierda hay inodoro y para la basura hay tiraderos.

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